Una utopía: disfrutar de una vivienda sostenible que permite a sus habitantes, disfrutar del paisaje, sin producir ningún tipo de contaminación en el mismo.
Un lugar: Margaret River, Australia.
Un entorno: Bosque de eucaliptos y menta.
Una construcción: una increíble casa prefabricada con estructura de madera y marcos de acero galvanizado.
Un lujo: una rampa para patinetas para disfrutar en el tiempo libre.
Todas estas condiciones se cumplen en un proyecto desarrollado por el estudio de arquitectura Archterra Architects, cuyo grupo lidera Paul OReilly.
Si eres fanático del glamping, te encantará esta casa pasiva y ecológica ubicada en el interior de Australia. Bush House, es una vivienda con energía solar que combina la sostenibilidad ambiental con el lujo contemporáneo.
Ubicada cerca de Margaret River en el oeste de Australia, esta casa prefabricada está rematada con un techo de una sola pendiente para crear la sensación de acampar bajo una simple lona protectora.
Construida para un mantenimiento mínimo y con una superficie de 168 metros cuadrados, la estructura está construida con marcos de acero prefabricados y grandes ventanales.
La estructura exterior de acero galvanizado, que también se utiliza en el interior, desarrollará gracias al paso del tiempo una pátina moteada que creará un contraste único con el paso de los años. Y además, un techo de una sola pendiente con grandes aleros sobresalientes, protege la casa de la energía del sol no deseada.
¿Quieres echar un vistazo por dentro?
Ingresemos. La casa está dispuesta en una planta rectangular simple dividida en dos por un grueso muro de tierra apisonada, que separa el interior en sus dos partes principales: los dormitorios al oeste y la zona de estar al este.
La perfecta experiencia interior-exterior se ve reforzada por las grandes ventanas con marco de cedro que abren la casa a las vistas y la luz natural, así como el uso de madera, que continúa desde los tablones de madera reciclada de jarrah (nombre que se le da a los eucaliptos autóctonos) utilizados en la terraza exterior hasta el interior, donde el pino australiano es el gran protagonista y recubre los techos.
Las grandes puertas corredizas de paneles que desaparecen en la cavidad de la pared, permiten un flujo de espacio y vistas, y además, una ventana de esquina sin marco en el dormitorio principal permite vistas panorámicas al increíble bosque australiano que rodea la casa y parece invitar a los árboles a ingresar en la habitación.
El revestimiento vertical en tonos gris oscuro imita la verticalidad de los árboles y contrasta con las paredes blancas y los techos de madera contrachapada clara del interior.
Sí, no parece existir un límite entre el interior y el exterior, y esa es la verdadera magia de la Bush House. ¿Por qué? Porque esa increíble vegetación boscosa, parece meterse de lleno en el interior de la vivienda. Y entonces, la energía y la calidez de la naturaleza, ponderan aún más, los nobles materiales utilizados en la construcción de esta casa prefabricada.
Bush House: ejemplo de sostenibilidad
Si su diseño es atractivo e increíble, sus principios de sostenibilidad se mantienen tan firmes como los troncos de los árboles que la rodean.
Porque esta casa prefabricada sigue estrategias solares pasivas, para minimizar el uso de energía, como la orientación norte, la ventilación de flujo cruzado de refrigeración y la protección solar.
Además, está equipada con un panel solar de 3kW montado en el suelo, un calentador de agua solar en la azotea y un sistema de tratamiento de aguas negras, que riega el jardín con agua reciclada rica en nutrientes.
Las casas prefabricadas que combinan materiales tan opuestos como la madera y el acero galvanizado, son una muestra perfecto de equilibrio entre modernidad y naturaleza que nos permite ver cómo será el futuro de la vivienda.