El bienestar y la comodidad de una vivienda son indispensables durante todas las estaciones del año, en especial en los días de invierno.

Para ello es necesario adquirir chimeneas que aporten el calor ideal para garantizar una estancia agradable.

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Según las condiciones del recinto y las necesidades de calor de sus habitantes, será el tipo de chimenea que se instale en una vivienda u oficina. Precisamente debido a ello existe una gran variedad de modelos de estos elementos en el mercado, de los cuales hablaremos en este post.

Tipos de chimeneas

Las chimeneas que encontramos hoy en día se categorizan según el mecanismo que emplean para funcionar, clasificándose en:

Chimeneas de leña

Son las clásicas que observamos en muchos hogares antiguos, las cuales se caracterizan por estar dentro de una pared de la vivienda, generalmente en la sala, las cuales funcionan al encender troncos de árboles secos, conocidos como leña.

Aun cuando son de origen antiguo, estas chimeneas aún se siguen construyendo, pero es poco probable verlas en las viviendas modernas. Se destacan por producir más calor que otro tipo de estufa, por lo que con una pequeña es posible que un salón completo se caliente rápidamente.

Sin embargo, cuentan con algunas desventajas como el hecho de que generan muchos residuos como las cenizas, que deben aspirarse con frecuencia y pueden ensuciar la casa.

Además, este mecanismo de calefacción obliga a los usuarios a contar con un espacio bastante amplio para poder almacenar toda la leña a usar durante el invierno, pues cuando se enciende a diario puede consumirse hasta una tonelada de troncos al mes.

Como es un método de calefacción natural, no permite regular la temperatura que emana y obliga a la creación de un método de salida del humo por el techo para evitar afecciones de las vías respiratorias.

Este tipo de chimeneas no pueden desatenderse, pues para mantener viva la llama es necesario recargar la leña con frecuencia. Incluso un descuido puede producir accidentes o hacer que se apague y se enfríe el lugar.

También exigen la ejecución de una obra civil para poder instalarla.

Chimeneas de pellets

Son las estufas que trabajan con el mismo mecanismo de las chimeneas de leña, pero con una eficiencia superior. Además, son mucho más ecológicas porque no emiten CO2 al ambiente, gracias a que funcionan quemando cilindros de madera residual, virutas y serrines por medio de un sistema sostenible.

A diferencia del tipo anterior, este método de calefacción puede ubicarse en el sitio que más le convenga al usuario; es decir, puede moverse de sitio cuando se requiera. Además, resulta mucho más económico.

Chimeneas de gas

Es uno de los tipos de estufas más extendidos en el continente europeo, en vista de que su funcionamiento es bastante sencillo, pues es como el de los fogones de una cocina, lo que le proporciona la gran ventaja de que no genera ningún tipo de residuo ambiental.

Estos aparatos no generan humo y suelen ocupar muy poco espacio. Además, pueden encenderse de forma instantánea o por mandos a distancia y su funcionamiento es regulable.

A diferencia de las chimeneas de leña, el tiro que necesita este modelo es mucho menor, pues se puede hacer usando un tubo galvanizado, sin complicación alguna.

Sin embargo, este mecanismo de calefacción exige una instalación técnica especializada, lo que obliga a la contratación de una mano de obra adecuada. Además, exige la existencia de una instalación de gas en la vivienda o edificio donde se instala.

A diferencia de los dos modelos anteriores, este tipo de chimenea es costoso; incluso el gas también suele tener un precio superior al de la leña o los pellets. Sus llamas son bastante reales pero estáticas, aun cuando algunos modelos vienen con ventiladores que le proporcionan movimiento al fuego.

Chimeneas de bioetanol

Este es otro tipo de estufa que funciona con fuego real, pero utilizando bioetanol como combustible para ello, el cual se obtiene del proceso de fermentación de algunas materias que son ricas en azúcares o hidratos de carbono, por lo que la combustión es limpia.

En vista de ello, las emisiones que resultan de este tipo de chimenea no es perjudicial para el medio ambiente ni para los habitantes del lugar, razón por la cual no se necesita la instalación de un tiro.

Es por eso que estas estufas representan una excelente opción a las de índole tradicional, en vista de que producen llamas reales, mientras que tiene un rendimiento de energía en un 100%, pues al no necesitar tiro el calor que genera se mantiene dentro del recinto.

Estos aparatos no necesitan un proceso de instalación especializado, en vista de que pueden instalarse en cualquier lugar que lo requiera. Es decir, es un artefacto portátil, cuyo nivel de intensidad de la llama puede regularse a gusto del usuario.

Sin embargo, uno de los puntos débiles es el hecho de que el bioetanol no es fácil de conseguir, pues es un combustible que venden tiendas especializadas y suele tener un costo bastante alto, en comparación con el que utilizan otras estufas.

Además, la combustión del bioetanol inadecuado puede provocar la emisión de olores desagradables dentro del hogar. En ese caso, es recomendable siempre comprar el tipo de combustible recomendado por la empresa fabricante.

Una chimenea de bioetanol, cuya capacidad es de 1,5 litros, puede mantenerse activa durante cinco horas aproximadamente. Esto proporciona al usuario una idea de cuánto combustible necesitará si la utiliza de forma continua.

Chimeneas eléctricas

Este tipo de estufa es una opción alterna a todas las que funcionan con fuego de verdad, por lo que se convierten en un elemento decorativo que imita muy bien a las chimeneas reales.

Estos aparatos funcionan produciendo calor a través de una resistencia que se conecta a la corriente eléctrica, por lo que suelen representar un gasto energético alto si se mantienen encendidos durante muchas horas.

Una de las grandes ventajas que tienen estos artefactos es que resultan muy seguros. Además, no emiten humo, residuos de combustión que resultan contaminantes y no exigen un mantenimiento o limpieza frecuente como alguno de los modelos anteriores.

Algunos tipos de chimeneas eléctricas cuentan con tecnología de punta, por lo que pueden vincularse con dispositivos móviles, a través de los cuales se configuran, se encienden, se apagan y se regula la intensidad del calor que emiten.

Por lo general, las más sencillas son planas, pues se componen de pantallas que proyectan imágenes de fuego que parece real, mientras que las más modernas se caracterizan por mostrar imágenes de fuego en movimiento, con una profundidad en 3D. para ello, utilizan una serie de luces LED.

Incluso existen funciones que permiten al usuario decidir el tipo de llama y la intensidad de su color, o proyectar una leña falsa que parece quemarse.

Las versiones más estilizadas son aquellas que además de las luces LED utilizan evaporadores de agua y ventiladores, que son capaces de crear un efecto mucho más realista del fuego proyectado en la pantalla.

¿Por qué contar con una chimenea?

Sí, siempre que el hogar se encuentre en una zona en la que las temperaturas son bajas durante todo el año, así como las viviendas de los países en los que se presenta la estación de invierno, pues son el mecanismo adecuado para mantener un clima agradable y cómodo para sus habitantes.

Y es que se trata de un elemento muy útil que no solo ayuda a mantener una temperatura adecuada sino también sirve como un detalle decorativo muy interesante y atractivo que luce hermoso en cualquier hogar.

A la hora de elegir la mejor estufa para el hogar, es necesario tomar en consideración una serie de aspectos como los metros cuadrados del lugar, pues de ello depende la potencia y el nivel de calor que éste requiere.

También es importante elegir un modelo de estufa que vaya acorde con la decoración del sitio en el que se instalará, pues cada tipo queda idóneo con varios diseños de interiores. Es una apuesta segura siempre que se haga la elección más correcta en ese sentido.

Por ejemplo, una chimenea de leña es perfecta para una vivienda de estilo rústico, así como una cabaña de montaña, mientras que las estufas de pellets o las eléctricas son ideales para instalar en lugares con decoraciones modernas al estilo minimalista o escandinavo.

Otro aspecto que se debe analizar antes de comprar estos aparatos el tipo de mantenimiento que requieren para funcionar de forma correcta, pues los que funcionan con leña o pellets deben aspirarse con frecuencia para evitar que los residuos ensucien el lugar, mientras que los de otro tipo exigen un trabajo de conservación menos engorroso.

También es necesario hacer un estudio de la eficiencia que tienen estos aparatos, en función del gasto que representa su fuente de energía, pues algunos combustibles son más costosos que otros, mientras que la leña y los pellets son económicos.

Por su parte, las chimeneas eléctricas suelen resultar un poco más caras, dependiendo de la cantidad de horas que se mantienen encendidas.

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