La primera idea y principal es la que la mayoría de organizaciones preocupadas por la sostenibilidad y el cambio climático mantienen como su tesis principal: las casas del futuro deberían ser eficientes energéticamente y sostenibles en su construcción y mantenimiento.
Esto, como concepto en lo relativo a la arquitectura sostenible se enfoca a un diseño que tiene como objetivo primordial minimizar o eliminar cualquier daño ambiental causado por la construcción en primer lugar, y posteriormente durante todo el ciclo de vida del edificio.
Fotografía de ©Brut Janeck
Por lo tanto las casas en un futuro muy cercano deberán incorporar una serie de conceptos clave: el ahorro eficiente del uso de energía, materiales respetuosos con el medio ambiente y diseño «con la naturaleza» para fomentar estilos de vida sostenibles.
Un futuro que ya es presente si observamos algunos ejemplos de arquitectura eficiente como la que plantean las casas pasivas o las diseñadas bajo el modelo de Wikihouse: un sistema de código abierto que diseña en 3D todas las piezas necesarias para construir una casa.
Por qué necesitamos una arquitectura sostenible.
Porque la industria de la construcción de viviendas hoy en día tiene un impacto demasiado serio en el medio ambiente. Numerosos estudios han demostrado que:
- Aproximadamente la mitad de las emisiones de CO2 provienen de las obras de construcción con cemento.
- Casi la mitad de los residuos en los vertederos del mundo proviene del sector de la construcción.
- La construcción genera una cuarta parte de la contaminación del aire y el 40% de la contaminación del agua potable.
- La industria de la construcción en el mundo utiliza el 40% de la energía mundial.
Por eso, necesitamos desarrollar estrategias de arquitectura sostenible para abordar estos problemas. Desde hace unos años, ha surgido un gran movimiento de arquitectos y constructores para encontrar múltiples formas de reducir el impactos ambiental (desperdicios, ruido, huella ecológica…) y mejorar la eficiencia energética.
Fotografía de ©Brut Janeck
Y por si fuera poco, la pandemia global del Covid-19 también ha ayudado a que muchos arquitectos se sientan más comprometidos aún con la idea de realizar una reevaluación de muchos diseños, para un mundo que nunca volverá a ser el mismo.
Cuáles serían las estrategias de sostenibilidad en la arquitectura del futuro.
A medida que los arquitectos, ingenieros y diseñadores se han vuelto cada vez más conscientes del impacto ambiental de la construcción se han ido desarrollando una variedad de estándares nacionales e internacionales para fomentar un diseño más sostenible.
Aunque no existe un enfoque único ya que cada entorno necesita diferentes estrategias ambientales y socioeconómicas, las técnicas y estrategias más comunes para la arquitectura en el futuro incluyen:
Edificios energéticamente eficientes.
Se trata de diseñar edificios que consuman la menor cantidad de energía posible. Muchos edificios nuevos ya tienen una alta eficiencia energética e incluyen conceptos como la aerotermia y características como triple acristalamiento en ventanas, toldos inteligentes que se activan según la posición del sol y revestimientos que brindan sombra y enfriamiento, eliminando así el excesivo uso de energía. El máximo exponente de estas edificaciones actualmente son las casas pasivas.
Generación de energía.
La electricidad y el calor son más baratos y también causan menos daño ecológico si se producen cerca de los usuarios. Los edificios sostenibles utilizan cada vez más la energía de los paneles solares colocados en sus propios techos, turbinas eólicas locales, bombas calor de fuente terrestre y gastan menos gracias a aparatos tecnológicos como los radiadores o calderas reguladas por termostatos inteligentes o el mejor aislamiento de paredes y ventanas.
Materiales renovables o sostenibles.
La arquitectura sostenible enfatiza el uso de fuentes renovables de materiales de construcción. Esto incluye madera de origen sostenible, alternativas de baja huella de carbono al cemento, materiales de construcción reciclados o el uso intencional de materiales reutilizables que puedan ser reutilizados una vez la vida útil del edificio termine.
Mejor gestión de residuos.
Los edificios diseñados para alentar a los usuarios a minimizar los desechos son otra forma de abordar la sostenibilidad. Esto podría incluir el uso de compostadores anaeróbicos en el lugar e inodoros de vacío, como los que se encuentran en los aviones, para reducir el uso de agua.
Un compostador anaeróbico casero.
Usando la tecnología más eficiente en energía.
A lo largo del ciclo de vida del edificio, la arquitectura sostenible enfatiza el uso de tecnología que reduce el desperdicio y la energía. Aunque las posibilidades aquí son casi infinitas, cabe hablar por ejemplo de uso de software BIM para mejorar la eficiencia de la estructura arquitectónica, la elección de bombillas LED que consumen mucha menos energía que la iluminación tradicional o dotar a la casa de un sistema de ahorro y eficiencia energético que permita acercarnos al soñado «gasto cero».
Además, imaginemos un mundo sin cables ni enchufes en el que los dispositivos de todas las formas y tamaños pueden operar continuamente y, según sea necesario, tener sus baterías cargadas. Este es el futuro de la energía inalámbrica. Este futuro está mucho más cerca de lo que la gente cree.
Ejemplo de edificios sostenibles que veremos en la próxima década. Estudio Valsik Architecture
Complementar la naturaleza.
Un edificio diseñado de manera sostenible es también uno que complementa y apoya los ecosistemas circundantes, en lugar de dañarlos. Como ejemplo, incluir muros verdes que limpien el CO2 de la atmósfera, jardines en las azoteas que podamos aprovechar como huertos urbanos o el aprovechamiento del agua de lluvia.
Impresión de piezas en 3D.
Esta tecnología ha dado pasos agigantados en los últimos años. En el primer trimestre de 2016, Oak Ridge National Laboratories exhibió la primera casa viable, totalmente impresa en 3D, adecuada para la vida diaria. La impresión 3D seguirá mejorando y pronto será posible que cualquiera pueda imprimir casi cualquier cosa en su propia casa o en algún lugar cercano.
Esto significará un gran ahorro económico y ambiental, ya que así ya no será necesario el transporte sino que se podrán crear los elementos arquitectónicos en el mismo lugar donde hagan falta.
¿Se construirán así las casas en el futuro?
Pintura de nanopartículas.
Esta tecnología está preparada para revolucionar el mundo. Superficies excepcionalmente endurecidas, superficies autolimpiables y superficies dinámicas que cambian de color son solo algunos ejemplos de lo que es posible con la pintura de nanopartículas.
Podemos imaginar hogares futuros que nunca estén sucios, resistentes al moho, hongos y otras fuerzas destructivas similares y que puedan cambiar de color a voluntad del propietario.
Así, podemos ver que el creciente número de estrategias para la arquitectura sostenible es sin duda, un desarrollo bienvenido y proporciona inspiración para un futuro en el que la construcción trabaja con la naturaleza, en lugar de contra ella.
Si bien todavía queda mucho por hacer antes de que la este movimiento arquitectónico se convierta en la norma, lo cierto es que tenemos a nuestra disposición más orientación, conocimientos y herramientas disponibles que nunca. Como resultado, los arquitectos pueden poner cada vez más la sostenibilidad en el centro de sus diseños.