El aislamiento de viviendas y edificios comerciales es esencial para mantener un ambiente interno confortable y reducir el consumo energético.
En el mercado actual, dos de las opciones más populares son el aislamiento proyectado y el aislamiento térmico por insuflado. Aunque ambos buscan el mismo objetivo de aislamiento, presentan diferencias en términos de materiales, técnicas de instalación y rendimiento.
En este artículo, exploraremos en profundidad las características y diferencias entre estos dos tipos de aislamiento.
1. Materiales utilizados
Aislamiento proyectado: Este tipo de aislamiento utiliza principalmente espumas de poliuretano o poliisocianurato. Al combinar estos componentes químicos, la reacción resultante produce una espuma que se expande rápidamente. La espuma resultante tiene una estructura celular cerrada que le confiere excelentes propiedades aislantes. Es resistente al agua, lo que reduce la posibilidad de crecimiento de moho o daños por humedad.
Aislamiento por insuflado: Utiliza materiales en forma de partículas pequeñas, como la celulosa, fibras de vidrio o lana mineral. La celulosa, por ejemplo, se produce a partir de papel reciclado tratado con productos químicos para resistir el fuego y el moho. La fibra de vidrio y la lana mineral tienen propiedades naturales de resistencia al fuego y son excelentes para el aislamiento acústico.
2. Técnica de instalación
Aislamiento proyectado: Se aplica utilizando una manguera especial que mezcla y proyecta los componentes químicos en la superficie deseada. Al proyectarse, la espuma se expande y se adhiere, formando una barrera continua que se adapta a todas las irregularidades, fisuras o huecos.
Aislamiento por insuflado: El proceso comienza perforando pequeños orificios en las paredes o en el techo. A través de estos orificios, el material es insuflado con máquinas especializadas. Una vez que el espacio está lleno, los orificios se sellan, dejando una capa uniforme de material aislante.
3. Rendimiento y eficiencia
Aislamiento proyectado: Dada su naturaleza expansiva, la espuma proyectada ofrece una excelente barrera contra la filtración de aire, minimizando las pérdidas energéticas. Su capacidad para formar un sello hermético lo hace particularmente eficaz en la reducción de las corrientes de aire y la infiltración de humedad.
Aislamiento por insuflado: A pesar de su eficacia en la creación de una barrera aislante, no es completamente hermético como la espuma proyectada. Sin embargo, al llenar completamente las cavidades, minimiza las corrientes de aire y mejora la eficiencia térmica.
4. Durabilidad y mantenimiento
Aislamiento proyectado: Por su naturaleza, la espuma proyectada tiende a ser más duradera, ya que crea una barrera monolítica. Es resistente a la humedad y no se degrada fácilmente con el tiempo, garantizando años de eficiencia aislante.
Aislamiento por insuflado: Aunque es duradero, puede asentarse o compactarse con el tiempo, especialmente si está expuesto a la humedad. Esta compactación puede reducir su eficiencia y requerir intervenciones periódicas.
5. Costo
Aislamiento proyectado: Aunque suele tener un costo inicial más elevado en comparación con el aislamiento por insuflado, su durabilidad y eficiencia pueden traducirse en ahorros a largo plazo en facturas energéticas.
Aislamiento por insuflado: Es una opción más accesible en términos de costos iniciales. Sin embargo, los posibles costos de mantenimiento o reemplazo a largo plazo deben ser considerados.
Conclusión
La elección entre aislamiento proyectado y aislamiento por insuflado dependerá de diversos factores, como el presupuesto, la estructura del edificio y las necesidades específicas de aislamiento. Ambas opciones ofrecen soluciones eficientes, pero es esencial considerar las características de cada una para tomar una decisión informada.
Fuente: Diferenciapedia.com