Recomendado
2 Plazas – Modelo Kant
Valoración: 4/5
Sofá cama con reposacabezas reclinable. Tapizado con tela Chrono Teflón antimanchas. Mecanismo de apertura sincronizada en 2 pliegues. Colchón en viscoelástico de 12 cm altura. Asientos y respaldo desenfundables.
Cama de 190×196 cm.
Viscoelástico – Kymoon
Valoración: 3/5
Sofá cama tapizado con tela Chrono tratamiento Teflón antimanchas. Mecanismo de apertura sincronizada en 2 pliegues. Colchón en viscoelástico.
Asientos y respaldos desenfundables.
Cama de 196×160
3 Plazas – Reine
Valoración: 4/5
Puedes situar la sección de chaiselongue a la derecha o a la izquierda del sofá.
Espacio debajo del módulo de esquina para guardar cosas, como la ropa de cama.
Sofá, chaiselongue y cama doble todo en uno.
Recomendado
2 Plazas – Modelo Kant
Valoración: 4/5
Sofá cama con reposacabezas reclinable. Tapizado con tela Chrono Teflón antimanchas. Mecanismo de apertura sincronizada en 2 pliegues. Colchón en viscoelástico de 12 cm altura. Asientos y respaldo desenfundables.
Cama de 190×196 cm.
Viscoelástico – Kymoon
Valoración: 3/5
Sofá cama tapizado con tela Chrono tratamiento Teflón antimanchas. Mecanismo de apertura sincronizada en 2 pliegues. Colchón en viscoelástico.
Asientos y respaldos desenfundables.
Cama de 196×160
3 Plazas – Reine
Valoración: 4/5
Puedes situar la sección de chaiselongue a la derecha o a la izquierda del sofá.
Espacio debajo del módulo de esquina para guardar cosas, como la ropa de cama.
Sofá, chaiselongue y cama doble todo en uno.
Los sofás de apertura italiana son uno de los mejores aliados a la hora de poder alojar a invitados ocasionales que tengamos en casa. Lo más importante es que el colchón se aloja dentro, y se abre fácilmente sin necesidad de mover más objetos de la casa. No hay que mover respaldos ni asientos. Además, el colchón se mantiene siempre en buenas condiciones ya que “no nos sentamos sobre él” y además, la cama se puede tener siempre hecha, lo que le hace extremadamente cómodo.
Con este diseño, la cama se encuentra plegada doblemente debajo de los asientos. Para abrirlo, por lo general simplemente con tirar un poco y gracias a un sistema de muelles, es fácil para una sola persona el poder desplegarlo por completo sin tener que separarlo de la pared.
Las camas suelen ser de medidas grandes y es posible tenerlos prácticamente en cualquier sala o habitación. Los colchones pueden ser de distintos tipos, incluso viscoelásticos o de látex.
@Youtube
Este sofá cama modelo Haru es perfecto para acoplarse a cualquier rincón en casa. El diseño es de inspiración retro, con ese típico terciopelo suave disponible en ocho colores. Pese a ocupar únicamente 77 cm de ancho al abrirse se convierte en una cama individual confortable de hasta 182 cm. Puedes encontrarlo en Made.com
@made
No podía faltar el modelo de Ikea. El Flottebo nos gusta sobre todo por lo práctico que resulta. Su principal fortaleza es la flexibilidad, ya que puedes configurarlo de diferentes formas. Para convertirlo en una cama, únicamente tenemos que retirar los cojines (que podemos guardar si nos sobran en el espacio que tiene debajo del asiento dedicado a almacenaje). Disponible además de en este gris elegante, en beige y verde.
@Ikea
En La Redoute encontramos un sofá cama muy sencillo pero que gracias al estilo natural que tiene, se cuela en esta selección. La estructura de madera maciza de caoba le otorga la firmeza necesaria para ser cómodo en todas sus variantes. Puedes adornarlo con un montón de accesorios diferentes en forma de cojines o almohadas. Especialmente recomendado para personas altas gracias a que llega casi a los 2 metros de longitud (190 cm).
@DonDescanso
Si quieres una opción económica para usos puntuales y esporádicos, no podía faltar los siempre actuales y presentes modelos con diseños nórdicos. Con un forro de tapizado transpirable que no crea arrugas y unas paras de madera de eucalpito natural. Muy barato y fácil de montar, es ideal para un cuarto de juegos o invitados esporádicos de tus hijos.
Errores y aciertos habituales a la hora de comprar un Sofá Cama
Además, tenemos en cuenta también la comodidad para desplegarlo y recogerlo, pensando en aspectos como si es fácil activar el mecanismo que lo convierte en cama y viceversa. Los más indicados son aquellos en los que únicamente tienes que hacer un pequeño movimiento y su propio diseño ya ayuda mediante sistemas de muelles y/o poleas a desplegarse sin esfuerzo.
Este tipo de muebles son fabricados en muchísimas versiones diferentes. Esto tiene dos caras, una buena y una mala. La mala es que al tener tantas opciones es fácil caer en la indecisión y verse abrumada a la hora de elegir. Pero por otro lado, la buena es que si tenemos bien claro qué queremos, es perfecto ya que vamos a poder tener la seguridad de que encontraremos el que realmente necesitamos.
1. Medidas del espacio donde se va a colocar.
Antes de nada, tenemos que tener en cuenta dónde vamos a colocarlo. Además de por la simple comodidad de que no quede muy encajado o se vea demasiado “vacío”, también por la mera practicidad de saber si vamos a poder colocarlo y desplegarlo con comodidad. Por esto es muy importante tomar bien las medidas y sumar (nosotros pensamos que 1 metro adicional es una buena medida) una distancia prudencial con la que el sofá no choque a la hora de abrirlo. En cuanto a la decoración, intenta mantener un equilibrio con los demás artículos que lo rodeen.
2. Forma del Sofá.
Aunque hay mil modalidades: chaise longue, con reposabrazos o sin ellos, más alto o más bajo… lo más importante de nuevo es la comodidad. Que fije bien la espalda y la cabeza cuando estemos sentados y que no tengamos la sensación de que no estamos durmiendo en una buena cama a la hora de acostarnos en él es vital. Olvídate por lo general de los antiguos sofás cama con colchón de muebles en los que más que tumbarte en una cama, parecía que estabas recostándote en una alfombra de fakir.
3. Color
Aunque te encapriches del primer sofá que veas, ten siempre en mente el espacio en el que vas a colocarlo.
Lo primero y más evidente es el color. ¿Va a conjuntar bien con el resto del salón o habitación donde lo pongas?.
Como norma general de decoración, para espacios grandes, los tonos claros suelen ser recomendables porque dan más sensación de espacio y claridad, pero no es una norma obligatoria. Simplemente piensa en qué es lo que te gusta a tí.
4.¿Quién va a utilizar el sofá camá?.
O lo que es lo mismo, ¿quién va a usarlo y qué uso se le va a dar?.
Si tienes niños en casa o, a mayores incluso, mascotas que van a estar todo el día encima de él piensa en colores oscuros que sean capaces de “esconder” mejor el paso del tiempo y el uso en forma de pequeñas manchas o rozaduras. Aunque siempre existe la posibilidad de optar por un sofá desenfundable que nos ahorre mucho trabajo, los materiales sintéticos o las pieles tratadas también pueden ser una buena solución debido a su facilidad de limpieza.
A prueba de cualquier mancha.
Igualmente, tene en cuenta la capacidad y resistencia del sofá: cuánto kilogramos soporta según las especificaciones del fabricante. A nosotros nos gustan los especialmente robustos ya que va a ser un mueble muy usado en su doble vertiente de sofá y cama.
5. Elementos de comodidad y salud.
Es imprescindible, por comodidad y salud, que tenga buenos reposabrazos (si no te gustan estéticamente, al menos preocúpate por los modelos que tienen reposabrazos removibles). En cuanto a salud, lo más importante es tener en cuenta su altura tanto para apoyar los brazos o si quieres usarlos a modo de almohada. Nunca escoges reposabrazos con alturas superiores a los 25 cms, ya que serán malos para la salud de tu cuello y espalda.
Igualmente y aunque en un principio pueden parecer lo mejor, un opción demasiado blandito puede ser perjudicial. Evita aquellos en los que tienes la sensación de “hundirte” o por el contrario aquellos tan duros que sientes que “te expulsan”, en el término medio siempre está la virtud.
Asegúrate de que si un sofá es de 2 o 3 plazas, lo sea realmente. Calcula aproximadamente unos 75 cms para cada plaza para garantizar comodidad y un respaldo que por término medio recoja bien la espalda con unos 85 cms de altura aproximadamente.
6. Complementos. Una ayuda indispensable.
Además del sofá en si, tenemos a nuestra disposición varios complementos que pueden convertirlo en una auténtica zona de confort y bienestar. Desde los indispensables cojines hasta las socorridas mantas que últimamente y cada vez más se han convertido en auténticos elementos decorativos. Si vas a colocar una mesa delante, piensa bien cómo va a casar con el sofá. Tanto en la estética como en la comodidad, ¿Cómo de alta es o qué espacio va a ocupar?.
Como puedes ver, la cantidad de opciones y ofertas que hay en el mercado es maravillosa. Ya sólo te queda elegir el que más se acerque a lo que necesitas.