Combinando arte, arquitectura y tecnología, este estudio de arquitectura con base en Los Ángeles (USA) decidió colaborar con la Trienal de Escultura Bex & Art de 2017 diseñando este mini-pabellón con la idea de tener un espacio que poder reutilizar, desarmar y montar en multitud de eventos en pocas horas.
De acuerdo a una de las ideas básicas del festival: fomentar la construcción construcción con bajo impacto local, este pequeño edificio prefabricado sirve a la vez como estudio, lugar de exposición y centro de información para visitantes. Además de la versatilidad, la estructura es tan ligera y sencilla que permite fabricarlo y tenerlo instalado en cualquier lugar gracias a una grúa en apenas 15 días.
En palabras del equipo de arquitectos: “Durante los últimos 32 años, la muestra Bex & Art ha transformado el Parque Szilassy en una galería al aire libre con el acompañamiento único de las maravillosas vistas de los Alpes que la rodean. Con esto en mente, creamos el pabellón teniendo en cuenta el espacio como una fusión entre estas ideas de libertad y comodidad”.
Con unas medidas totales (a diferencia de otras casetas/pabellones prefabricados, no puede ampliarse) de 40 metros cuadrados, el Bex & Arts es uno de los varios proyectos similares de la empresa especializada Montalba. “Las estructuras pequeñas y los espacios pequeños nos brindan una oportunidad inigualable para acercarnos a la exquisitez a la vez que entremezclan la forma y la sustancia, siendo propicios para unir la arquitectura con el arte”, según podemos encontrar en su página web.
El pabellón fue fabricado con paneles de madera Kerto de alta-densidad hechas con madera de pícea. Estos paneles de madera fabricados en Finlandia se caracterizan por su alta densidad y ligereza que además permiten dejar la madera vista. La ligereza que otorgan es fundamental para el diseño de casas prefabricadas ya que además se comportan como buenos aislantes térmicos. Utilizados tanto en el techo como en el suelo, todo el pabellón transmite esa sensación de estar en una verdadera casa de madera hecha a la antigua usanza pero con la ventaja de ser totalmente sostenible.
El pabellón se utilizó en la muestra de artes con una triple función: servicio de información al visitante, espacio de exhibición de obras y un pequeño estudio de fabricación donde los visitantes podían comprobar de primera mano los prototipos que se mostraron durante el evento.
Con el ánimo de mantener este espíritu de unidad visual con el exterior y la conciencia ecológica se optó por la iluminación LED. «Por su propia naturaleza, estos componentes son finos y discretos, permitiendo el colocar los puntos de luz en cualquier lugar.» El estudio optó por integrar la iluminación en las vitrinas y los estantes del interior, haciéndolos prácticamente invisibles. «Los módulos LED tienen unos controles que permiten la gestión de la luz del espacio según varía la intensidad de la luz exterior.»
A día de hoy, el pabellón aún es totalmente visitable y permanece abierto al público.